Tecniseguros
LA CONTINUIDAD DEL NEGOCIO ANTE UNA CATASTROFE
20 diciembre, 2021

EN LOS EVENTOS CATASTRÓFICOS EL COSTE DE LOS DAÑOS SOBRE LOS ACTIVOS MATERIALES DE LAS ORGANIZACIONES ES MUY INFERIOR AL OCASIONADO POR LOS PERJUICIOS POR PARALIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD

 Estamos próximos a empezar un nuevo año y en todo ámbito tanto personal como profesional, el terminar un año implica cerrar o culminar una etapa, un ciclo en donde nos cuestionamos y reflexionamos sobre las cosas positivas y negativas que han ocurrido. Empezar un nuevo año trae en si también muchas expectativas al igual que una incertidumbre sobre que nos depara este nuevo año.

¿Por qué no pensar en un Plan de Continuidad de Negocio para las empresas?

Un plan de continuidad de negocio o Business Continuity Plan (BCP) es una herramienta cuyo objeto es garantizar la continuidad del negocio ante un evento de carácter catastrófico

Las consecuencias en el sector empresarial de un evento catastrófico se concentran en los siguientes aspectos:

  • Capital humano
  • Activos materiales
  • Mercado/clientes: ingresos por operación
  • Sobrecostes de explotación y comercialización
  • Imagen de empresa

Tradicionalmente, la principal preocupación de muchos empresarios en materia de gestión de riesgos se ha centrado en la protección de los activos materiales de la compañía, dejando en un segundo plano la continuidad de su actividad.

La realidad nos muestra que en eventos catastróficos el costo de los daños sobre los activos materiales de las organizaciones es, en general, muy inferior al ocasionado por los perjuicios por paralización de su actividad. Estos perjuicios van más allá de la disminución de ingresos durante largos periodos de tiempo sino en el riesgo de perdida irrecuperable de mercado en un entorno actual competitivo que termina en la destrucción de valor de las organizaciones.

¿Y cuál es la solución? La solución existe:

 

Los Planes de Continuidad de Negocio, conocidos como BCP (Business Continuity Plan)

Mediante estos planes, las organizaciones identifican su exposición a las amenazas internas y externas, seleccionan los activos afectados (materiales e inmateriales) y desarrollan una prevención eficaz, estableciendo acciones contingentes para la rápida recuperación de la actividad de la organización. Y siempre lo hacen con el objetivo último de preservar su ventaja competitiva y la integridad de su sistema de valor.

  • La fase inicial de un BCP es la detección de los posibles impactos en el negocio. La organización deberá analizar todos los puntos críticos de su proceso de producción o servicio en los que centrar el BCP. Se establecerán indicadores que serán el punto de partida del plan e informarán sobre el grado de respuesta que éste ofrece.
  • Es necesaria una exhaustiva evaluación de riesgos que incluya tanto aquellos accidentes y eventos cuya materialización pueda implicar la desaparición del negocio, como otros que afecten gravemente su normal desarrollo.
  • Cuando ocurre una emergencia, la respuesta inicial es la activación de los diferentes planes de emergencia de la actividad. Es necesario, por tanto, establecer la línea-frontera entre el BCP y los PE, definiendo en qué momento puede peligrar la continuidad del negocio y se debe activar el BCP
  • Los PE y el BCP pueden llevarse a cabo simultáneamente, y, aunque están interrelacionados, corresponden a fases diferentes de la emergencia e implican la actuación de personal y departamentos de la organización propios de cada plan
  • Ante la imprevisible evolución de cada emergencia/contingencia, los BCP no incluyen, en la mayoría de los casos, pautas concretas de actuación, sino pautas de carácter general. Esto implica un conocimiento exhaustivo del negocio por parte del personal involucrado en el BCP, así como una rápida capacidad de respuesta
  • Se debe concretar el plan de comunicaciones como complemento al BCP o como parte integrante del mismo.
  • Un plan de continuidad de negocio se desactiva cuando se ha recuperado la actividad, por lo que puede durar desde horas hasta meses, en función del tipo de emergencia/contingencia.
  • Los BCP están indicados para medianas y grandes empresas que ya disponen de planes de emergencia, pero necesitan un Plan Director que establezca pautas de actuación que van más allá de una solución inmediata a la emergencia.
  • El alcance de un BCP no está definido. Se debe acotar con la participación de cada organización para qué tipo de amenazas se va a definir el mismo o si contemplamos todas las posibles amenazas al negocio. Normalmente, son objeto del BCP los procesos definidos como críticos en la fase inicial de evaluación de impactos al negocio

Una adecuada gestión de una situación de crisis puede reforzar el negocio y diferenciar a la empresa frente a la competencia.

Desgraciadamente, solo una pequeña parte de las empresas (las grandes corporaciones, y no todas) se preparan para qué hacer el día después de la catástrofe. Aún es largo el camino por recorrer para el diseño e implantación de esta herramienta estratégica de control de pérdidas (BCP) en las organizaciones.

Ref: Gerencia de Riesgos y Seguros – Observatorio de Siniestros

Mejoramos gracias a ti








    Trabajamos con las mejores compañías